Gabriel, el primero de todos

Gabriel, casado y con dos hijos. Desde hace ya 57 años sufre las secuelas de una poliomielitis que paralizó la mitad de su cuerpo. Ha necesitado 5 operaciones para hoy poder alternar entre una silla de ruedas y una muleta. Lo que a Gabriel le falta en movilidad, le sobra en resiliencia y vitalidad, es un gran deportista, destacándose en la práctica del básquetbol y la natación con logros tan significativos como cruzar la bahía de Valparaíso con sus 5 kilómetros de extensión 

“Para mí siempre fue un sueño bucear, es maravilloso. Me siento lleno de emociones” 

Gabriel

El Camino

Fue un trabajo arduo, lleno de compromisos, intensas jornadas de discusión, que nos permitieron mejorar protocolos y procedimientos teniendo en cuenta lo complejo que puede ser bucear en el océano Pacífico con alguna discapacidad, teníamos que prepararnos para lo que venía. 

Junto a Gabriel se superaron todos y cada uno de los obstáculos que fueron apareciendo; se adaptó su equipo, aprovechando su lado con mayor movilidad y fuerza, se analizó la distribución de su lastre, como también minimizar los tiempos de equipamiento en el mar dadas sus condiciones, entre otros.  

Por su parte, Gabriel con su energía y ganas se hace parte de las discusiones ayudándonos a encontrar la mejor forma de transmitirle y enseñarle sus habilidades como buceador discapacitado.  Gabriel nos fue dando las luces de la gran diferencia que existe entre discapacidad e incapacidad, diferencia que quedaría grabada en todos los voluntarios que participaron en esta travesía. Transcurrieron 6 semanas para que Gabriel culminara con éxito el programa de buceador Scubility Open Water Scuba Diver SDI, sin duda un gran logro para él, para los voluntarios y para nuestro centro.